Karl Marx fue un filósofo, economista y sociólogo alemán del siglo XIX, nacido en Prusia. Es conocido por su férrea crítica al capitalismo, con sus publicaciones en medios como la Gaceta Renana, donde argumentó que la historia de la humanidad es una lucha constante entre las clases sociales. Podemos destacar su obra La ideología alemana, escrita junto a Engels, escrita entre 1845 y 1846 pero no publicada hasta 1932 en Moscú a través del Instituto Marx-Engels-Lenin. En esta obra se encuentran muchas de las tesis principales del materialismo histórico.
En cuanto a su teoría del conocimiento, Marx considera que los filósofos deben dejar de contemplar el mundo para transformarlo. El conocimiento está determinado por la situación económica, valores y creencias y no es algo neutral, sino reflejo de la realidad material. La ideología, formada principalmente por la religión, el Estado, la filosofía, el derecho, la economía y la organización social de una época, es parte de una superestructura ideológica que legitiman los intereses de la clase dominante. Por ello, mientras no desaparezca la alienación del ser humano, ni ideología ni conocimiento serán reflejo de la realidad, sino reflejo de los intereses de las clases dominantes. Las principales funciones de la ideología según Marx son representar las relaciones de los individuos con sus condiciones de vida de forma deformada, cohesionar la sociedad y servir a la clase dominante para someter a la dominada.
Marx concibe la historia del mundo desde un punto de vista materialista, defiende que la historia es una nueva ciencia basada en dos principales cuestiones. Por un lado, el materialismo histórico, que defiende que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, y que el movimiento obrero es expresión de esa lucha, con la revolución socialista se llegará a la dictadura del proletariado y a la abolición de las clases sociales. Por otro lado, el materialismo dialéctico, defiende que la materia es dialéctica ya que está en continuo cambio y toda cosa es ella misma y su contraria al mismo tiempo. Además, existe un cambio en el paso de cantidad a cualidad, y una variación en la cantidad puede significar un cambio en la cualidad. Para Marx la dialéctica es la ciencia de la evolución de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.
El humanismo marxista critica duramente el humanismo burgués, ya que este legitima la explotación capitalista. No está de acuerdo con la antropología idealista, empirista, con la de Feuerbach o Stiner. Él propone una ciencia real sobre hechos reales, y por eso considera que la naturaleza humana es histórica, y que no podremos entender esta historia sin tener en cuenta sus procesos de producción y desarrollo. En cuanto a la relación del ser humano con el trabajo, Marx considera que el humano es un animal como cualquier otro pero que tiene la particularidad de transformar la naturaleza con su trabajo, lo que le realiza como ser humano.
Para Marx el hombre sufre una fuerte alienación, es decir, que lleva una vida que no le es propia. Esto es lo que sucede con el trabajo. Lo que caracteriza la sociedad burguesa es un modo de producción determinado en el que unos pocos poseen lo medios de producción y explotan a otros muchos que son los trabajadores. De este modo tanto unos como otros se encuentran alienados, ni el trabajador llevaría una vida de largas jornadas laborales si los modos de producción fueran otros, ni los propietarios de los medios de producción tendrían tanto poder. Por esto, en el caso del sistema de producción del momento, el trabajo, en lugar de realizar al ser humano, le quita lo que le es propio, lo enajena. Marx diferencia diferentes formas de alienación:
Respecto al producto del trabajo: El trabajador está alienado porque lo que produce con su trabajo no le pertenece, se lo arrebata el propietario. Esto hace que sean dos clases antagónicas; los aliena a ambos.
Respecto al trabajo mismo: El trabajo no se hace de forma natural y libre, sino que se ve obligado a venderlo, como consecuencia pierde su carácter humano, es decir, se aliena.
Respecto a la naturaleza: En lugar de transformar el medio de una forma natural, el trabajador mantiene con la naturaleza una relación alienada, la ve como objeto de explotación y de ingresos económicos.
En relación con otros seres humanos: Los seres humanos se constituyen en dos grupos antagónicos y sus relaciones se dan a través de los productos del trabajo que están alienados; por tanto, no se dan relaciones entre personas, sino entre explotados y explotadores, es decir relaciones alienadas.
Estas relaciones hacen que todas las relaciones humanas estén alienadas: alienación religiosa, cultural, política, etc. Todas basadas en la economía y modos de producción de la época.
En cuanto a la sociedad, Marx afirma que la está compuesta por niveles, económico, político e ideológico. El económico SIEMPRE es determinante, pero puede no ser el predominante. En la sociedad de la Edad Media, el nivel predominante era el ideológico (religión), pero el determinante seguía siendo el económico, cómo gestionaban sus medios de producción para poder obtener los bienes necesarios para desarrollarse. Hay otros ejemplos como la sociedad capitalista, en la que el nivel económico es el determinante a la vez que el predominante.
Marx hace una dura crítica a la economía clásica de David Ricardo, quien defendía que todo el mercado funcionaba y se autorregulaba al estar sometido a leyes de equilibrio y equivalencia. Si todo estaba en equilibrio, ¿de dónde salía el beneficio? Marx sostiene que surge al tratar la fuerza de trabajo del asalariado como mercancía y comprarla por un valor inferior al de las mercancías que produce. Denomina a este beneficio plusvalía, la diferencia entre la valoración que el capital hace de la fuerza de trabajo y el valor de las mercancías que este crea.
En cuanto a las clases sociales, Marx afirma que la forma de las clases sociales depende de cuál de los tres niveles que conforman la sociedad sea el predominante. No estableció una teoría sistemática de las clases sociales, pero sí aportó criterios para definirlas. Estos criterios son la propiedad de los medios de producción, el comportamiento ante el mercado al poder beneficiarse algunos de la ley de oferta y demanda enriqueciéndose, mientras que otros se ven obligados a vender su fuerza de trabajo al precio que se marcara, para poder sobrevivir. El último de los criterios que estableció fue la dominación, existen unos dominadores y otros dominados.
Las clases sociales mantienen una oposición dialéctica, con intereses y prácticas antagónicas y por tanto en lucha permanente, lo que él denomina “lucha de clases”. En primer lugar, esta lucha se da a nivel económico, la clase obrera adopta la lucha sindical. A nivel político el Estado defiende los intereses de la clase dominante y el proletariado lucha con la revolución socialista. La lucha ideológica de la clase obrera debe intentar oponer sus ideas a la ideología burguesa.
Con esta lucha se llegaría a la revolución socialista, la filosofía marxista es una teoría de la acción política y de la transformación social. Para Marx las condiciones para la desaparición de la explotación económica están en la revolución socialista, que a diferencia de las anteriores que habían sido hechas por una minoría en su favor, será total; porque el proletariado no es ni una minoría ni una mayoría, sino una clase universal basada en la privación. Si la propiedad privada de los medios de producción es la causa de explotación la revolución consistirá en suprimir esa propiedad privada y así logrará la abolición de las clases sociales. Esta revolución consiste en la supresión de la propiedad privada y la destrucción de la sociedad capitalista. Marx defiende que la revolución solo es un acelerador del proceso de destrucción del capitalismo, ya que él mismo está condenado a destruirse con la sobreproducción, que genera stock y obliga a bajar precios.
La fase siguiente a la revolución según Marx es la dictadura del proletariado con una triple misión: Desarrollar la industria, aniquilar los privilegios y educar a las masas. Al terminar esta fase el Estado desaparece, llegando a la sociedad comunista que hará al hombre feliz. La sociedad comunista se caracteriza por no haber subordinación de los individuos al trabajo, desaparece la oposición entre trabajo intelectual y manual, el trabajo deja de ser un medio de vida para convertirse en una necesidad, habrá abundancia de riqueza colectiva y cada persona trabajará de acuerdo a sus condiciones y cobrará de acuerdo a sus necesidades.
Marx consideraba que este tránsito desde la lucha de clases hasta la sociedad era indefectible.
Marx defendía la filosofía como práctica política, en La ideología alemana afirma que “la filosofía ha muerto”. Con esto se refiere a que la filosofía en su consideración tradicional como interpretación de la realidad tiene que desaparecer porque es un elemento más de la ideología dominante. Se tiene que convertir en práctica al servicio de la revolución socialista.